En septiembre de 2005, durante un viaje por Europa, y como parte de un recorrido por la capital de la República Checa, el grupo de turistas donde yo estaba, entró a la iglesia del Niño Jesús de Praga. Yo preferí contemplar la calle, para ver a los praguenses en un día de sus vidas. Así, me senté en las soleadas escaleras, llevando la videocámara con la que grababa el viaje. Entonces, sobre la calle, un autobús se detuvo de costado frente al templo. A través de una ventanilla del vehículo, vi a una chica, de perfil y con anteojos oscuros, pensativa. ¿Quién de los que ha visitado la ciudad, no sabe que, además de su gran riqueza histórica y cultural, Praga está habitada por mujeres bellas?. Llevado por un impulso estético, grabé a esta muchacha hasta que su autobús arrancó.
Tomado del texto original
Fecha de reseña: 16/06/2016